Charlie Viejálvarus Kane

Cuando la prensa le pregunta a Charlie si está planteando hacer campaña y presentarse a un puesto a nivel nacional, él sonríe y dice que está centrado en los asuntos importantes. Servir en un pueblo tan peculiar como Arkham siempre ha sido un acto de equilibrio, pero el Alcalde Charlie Kane siempre ha trabajado hábilmente para construir conexiones y coaliciones entre los jugadores principales del pueblo: la Universidad y la Sociedad Histórica, la Logia del Crepúsculo de Plata y los Romaníes de la Plaza de la Independencia, incluso entre la ley y el crimen organizado de la ciudad.

La verdad es que le encantaría hacer campaña, pero ahora mismo lo más importante es evitar el fin del mundo sin causar el pánico. El pequeño diario de cuero pasado por el predecesor de Charlie advertía de antiguas amenazas y criaturas imposibles que sólo podrían ser mantenidas a raya a través de vigilancia constante. Las visiones de algo masivo (acechando más allá de los límites de nuestro mundo) que el diario plantó en su mente no dejaron lugar a dudas. Las estrellas están mal. Algo se acerca. Con la ayuda de sus amigos y sus finanzas, Charlie cree que puede arreglar este problema sin sacrificar un solo voto.

“Puede arreglarse. Es cuestión de que las condiciones sean aceptables.”

"Es una pesadilla." Lo había visto antes, lo había encarado y vivído para contarlo, pero no le había gustado. El Horrible dormitar de un dios muerto es una cosa, pero esto? Encima de todo? Bonnie dejó su café y se alejó encogiéndose de hombros. "Otras elecciones. Ahora! De todo el tiempo posible!" "Felicidades, señor. Sabía que ganaría."

"Gracias, Bonnie." Charlie sorbió su café y miró por la ventana. Hora de volver al verdadero trabajo. "La gente no se da cuenta lo que ésto significa?" Charlie tiró de su corbata. La estúpida cosa le estaba asfixiando otra vez. "Ese idiota de Parkins no tiene idea de lo que viene..."

Bonnie no pudo afrontar su mirada. "Señor, tengo que confesarle, yo no voté por usted."